CONTACTO

Para consultas o comentarios, por favor escribe a:

martes, 27 de junio de 2017

PERSONALIDADES PELIGROSAS EN LAS ARTES MARCIALES: Por Federica Cossu y Daniel Pérez


Por Federica Cossu (criminóloga y experta en comportamiento no verbal) y Daniel Pérez (profesor de Chikung, Taichi, Kungfu, Acupuntor y experto en personalidades psicopáticas)

Exposición de la situación basada en la experiencia

Daniel Pérez
En más de 20 años metido en el mundo de la sanación, tradiciones de desarrollo espiritual y artes marciales, además de haber observado a practicantes y profesores, no solo de artes marciales tradicionales, sino también, deportes de combate, sanadores, terapeutas, instructores de Yoga, Chikung, gupos de Meditación...he podido constatar que al igual que ocurre en todos los ámbitos de la sociedad, hay personas que podríamos calificar de "ultra egocéntricas", "tóxicas", "manipuladoras", o simplemente, "sin escrúpulos", que actúan tras un disfraz de "instructores", "maestros", "gurús", etc...
De hecho, creo que debido a la naturaleza y la imagen que proyectan estas actividades, la proporción puede ser más elevada que en otras profesiones o actividades.
Hay varios factores que hacen que muchas personas poco de fíar se sientan atraídas por las artes marciales y los sistemas meditativos, por ejemplo:

Factor 1-En estas profesiones, las personas fraudulentas y los impostores encuentran grandes oportunidades de engañar a mucha gente, por dos razones:
La primera, es que muchas personas se sienten atraídas por estas prácticas porque tienen la idea de que les ayudará para ser personas más fuertes, sanas y seguras de si mismas (lo cual es cierto, si la tríada es correcta, o sea, si el arte, el profesor y el alumno son buenos). Los caraduras se aprovechan de las debilidades de algunas personas y algunos grupos sociales y por otro lado, fomentan la dependencia de sus seguidores haciéndoles sentir bien, mediante halagos, premios y promesas.
En la sociedad actual, que tanto valora la imagen externa, estos sujetos, saben que el "disfraz" o la "máscara" es esencial para engañar a los más inocentes, incautos o crédulos. En otras palabras, se inventan un curriculum y un personaje de "maestro" o "gurú" que hace que, muchas personas, los vean así. Al fin y al cabo, el público en general, si  no está iniciado en una disciplina que no conoce, como es lógico, le cuesta distinguir lo falso de lo real, ya que no tiene con qué comparar.
Por cierto, hoy día, como he comprobado en múltiples casos de psicópatas en el mundo empresarial, el mundo de la salud, etc...estos individuos hacen un uso muy hábil de internet y las redes sociales para crearse una historia y un personaje público falso, pero relativamente convincente...

Factor 2- Las mismas personas con un carácter problemático y narcisista, encuentran que las artes marciales y la meditación, pueden hacerles sentir importantes y poderosos, les gusta la sensación de fuerza y autoridad que conlleva.

Factor 3- En las artes marciales en particular, he observado que existen personas excelentes, pero también personas inmaduras y en algunos casos violentas. Los sujetos sádicos en concreto, suelen mostrar una afición por las armas, el combate y todo lo que tenga que ver, especialmente notable. Cuando estos tipos alcanzan ciertas cuotas de poder o reconocimiento en un grupo, ya lo tienen fácil para dar rienda suelta a su placer por dominar, controlar y causar sufrimiento a otros.
No hace falta mencionar nombres, tenemos desde el gurú que se aprovecha de sus seguidores para vivir la gran vida a su costa, a los que se autoproclaman maestros o "monjes" solo para hacerse famosos y tener poder sobre sus alumnos (a menudo, consiguen engañar también a otros profesores de artes marciales, aunque no a todos). Un par de casos famosos en España, son los del "falso monje Shaolin" que no solo era un impostor narcisista, sino un psicópata agresor sexual sádico y asesino en seríe. O el maestro de Kárate, que hacía de su escuela un lugar orgiástico para abusar sexualmente de varones y hembras. O el religioso, que usaba su congregación como una secta para, no solo realizar un lavado de cerebro eficaz, sino conseguir sexo, dinero y propiedades de sus acólitos.
O los que proclaman ser herederos de técnicas secretas que nadie puede comprobar que hayan venido de alguna parte, o los que consideran que solo por cuestiones de linaje, son depositarios únicos de enseñanzas que excluyen al resto, o personas que claman poseer poderes que solo compartirán  a cambio de ciertas condiciones, pero cuyos poderes nunca  se han podido probar.

Como vemos, si ya es triste que los psicópatas o, en términos que usa la gente de la calle, las "malas personas", actúen en todos los estratos sociales, es especialmente peligroso, cuando logran adquirir una cuota de influencia en áreas que se suponen que tienen que contribuir al desarrollo de cualidades positivas para la salud física, mental y emocional de la sociedad. A este respecto cabe mencionar que estas personas poseen características que los hacen muy hábiles para engañar a cualquiera, tal y como describe J.M. Pózueco: "El engaño, aunque sea inofensivo o a pequeña escala, forma parte de las interacciones cotidianas entre personas normales, pero ¿qué sucede cuando aparece en escena un psicópata? El resultado es catastrófico[...]" "estas personas tienden a percibir cualquier intercambio social como una oportunidad para parasitar...", su particular habilidad es el teatro [....] y todo ese espectáculo es el que nos engancha a ellos [....] al menos, hasta que los desenmascaramos" (Psicópatas Integrados: perfil psicológico y personalidad - 2010)”.

¿Cómo podemos detectar a estos impostores?
Aparte de la intuición, la respuesta no es fácil. Más abajo, Federica Cossu nos ofrece unas guías muy útiles. Como hemos dicho, cuando una persona neófita entra en contacto por primera vez con un arte, escuela o práctica, a menudo, no sabe cuál es el propósito, historia, filosofía, objetivos y beneficios que se esperan de esas actividades, y por consiguiente, es probable que tarde en desenmascarar a esos líderes de sectas, fanfarrones y delincuentes disfrazados de personas respetables.
Muchos de estos sujetos egocéntricos y falsos, son personas que tienen la extraordinaria habilidad de mentir, como veremos a continuación escrito por Federica Cossu. Por otro lado, pueden aprenderse su discurso de memoria y hablar de cosas como la compasión, el respeto, etc...pero ellos mismos no sienten compasión y respeto por nadie que no sea ellos mismos, en otras palabras, pueden sonreírte mientras piensan en cómo van a utilizarte o acabar contigo.
Con frecuencia, cuando alguno de ellos son descubiertos, cambian de ciudad o país y continúan en otro sitio. Otras veces, cambian de profesión, cambian de personaje y se inventan una historia nueva de lo que ha sido su trayectoria vital.
En este artículo, hablamos de personas que se han metido en este mundo con la mala voluntad de engañar o controlar a los demás.





Análisis de contenido práctico y no verbal
Por Federica Cossu (experta ACONVE*)

¿Por qué estos impostores consiguen la confianza de la gente?
Cuando las personas se acercan al mundo de las artes marciales en búsqueda de una guía espiritual y física, generalmente se encuentran en una condición de apertura y predisposición a escuchar al “Profesor o Maestro” que se les presenta, porque suponen (justamente) que se trata de alguien con mucha experiencia y equilibrio, capaz de transmitir su conocimiento para un mejor desarrollo personal emocional y físico. Esto hace que ya exista una base donde plantar las raíces (buenas o malas) para capturar la confianza del futuro alumno. A largo plazo, será tal profesor o maestro quien tendrá que ser suficientemente “bueno” y “líder”,  para que la persona que lo está siguiendo se quede. En este sentido, aparte de lo expuesto más arriba por Daniel Pérez, existe un problema poco conocido, muy estereotipado y sin embargo muy peligroso, que es el de las “Sectas” que, a menudo, se aprovechan de las filosofías de las artes marciales para operar secretamente y de manera desapercibida.

¿Los objetivos? Diferentes. Desde la búsqueda de dinero hasta la satisfacción del deseo de poder. Todo esto dentro de un contexto muy al límite de la legalidad (hablamos de gente profesional y experta en esto) que puede llegar hasta un contexto criminal (véase el falso monje Shaolin mencionado por Daniel Pérez).

¿Cómo podemos detectar a estos impostores?
Secta, del latín: secutus, a, um, de sequor (sequi= seguir, ir detrás de) o de sectus,a,um, seco (secare= cortar, separar).

Podemos resumir la descripción de una “secta” con las palabras de diferentes sociólogos y filósofos: << “La secta es una comunidad que renuncia a la universalidad […] es aristocrática, es una unión de personas calificadas en un sentido religioso [...] ( M.Weber 1864-1920)”; “[…] Las personas se separan del mundo, se limitan en pequeños grupos donde se instaura un orden fundado en leyes, normas y valores propios (Ernst Troeltsch 1865-1923)”.
A un nivel más sintético y actual, Giuseppe Ferrari describe las sectas como: “Una reunión de personas que siguen a un líder o una específica corriente religiosa/ filosófica y que se reconocen en una doctrina y unas praxis que se separan desde las doctrinas más difundidas e históricamente bien implantadas y reconocidas a nivel social y legal (Sette e religioni, N°1, Esd, p.11)”.

Vemos, por lo tanto, como el dinero o la religión no son las únicas motivaciones que impulsan la formación de una secta (o su intento).
Como hemos dicho anteriormente, el “Gurú” fácilmente encuentra terreno fértil dentro del contexto de las artes marciales (orientales o no) por sus potentes fundamentos filosóficos. La diferencia aquí, está en que esta persona se presenta como la única fuente conocedora que puede ayudarte y pasarte su conocimiento sólo si confías ciegamente en ella. Aquí encontramos el concepto de “Dogma”. Se intenta apagar el espíritu crítico para que no se cuestione la autoridad y el poder del líder. Generalmente son personas poderosas con una muy buena dialéctica y comunicación; un comportamiento gestual y emocional muy bien controlado (no reaccionan directamente a las provocaciones, por ejemplo, y son muy conscientes de sus movimientos); con mucha cultura general y específica del conocimiento que se quiere difundir, aunque esta última si se investiga a un nivel más profundo puede faltar (ojos y orejas expertas pueden detectarlo fácilmente). Todas estas características, en un contexto general llevarían a un caso de muy buena “inteligencia emocional” (saber controlarse y comunicar). Sin embargo, cuando entre medio hay dogmas, incongruencias, emociones negativas, aislamiento, leyes incuestionables, poder y autoridad estamos ante un contexto de “manipulación”. 

Podemos darnos cuenta que estamos ante un gurú o falso líder:
⦁ No confiando en los dogmas que nos presentan.
⦁ Si vemos que es una persona que no tiene raíces estables en ningún país y nos parece algo extraño.
⦁ Si buscamos fuentes externas que confirman o no sus palabras e ideas.
⦁ Si nuestro instinto nos dice que “hay algo” que no cuadra es mejor profundizar posibles incongruencias (es como una alarma de supervivencia, está bien escucharla)
Ha sido demostrado científicamente, que el instinto de supervivencia genera diferentes emociones en todos los seres vivientes y que la manera de expresarlas es compartida por la mayoría de seres vivos, inclusos los humanos. Paul Ekman nos habla de emociones básicas: tristeza, miedo, ira, alegría, sorpresa, asco, desprecio, que hoy en día tienen la función de ayudarnos no solo a sobrevivir para reproducir la especie, sino también a un nivel emocional y social. Todos expresamos facialmente más conscientemente o menos, nuestras emociones básicas y todos lo hacemos de la misma manera. Detectar las emociones expresadas por nuestro líder durante sus discursos, también puede ayudarnos a entender si merece nuestra confianza.

En seguida vamos a ver un caso experimentado en primera persona. Lo que fue genial para el estudio y la aplicación práctica de todo lo dicho anteriormente.

Análisis de un caso práctico:
Cuándo: hace unos meses
Quién: una persona que se presentó como Monje Shaolin, acompañado por otras personas, sus alumnos y acompañantes.
Hechos: después de un primer encuentro de presentación de “su” arte Shaolin, decidió dar clases gratuitas y abiertas a cualquier persona interesada, para “compartir su conocimiento”. Con otro amigo decidimos hacer la clase de prueba y por lo tanto participamos en un par de ellas. Yo personalmente solo en una y hablé dos o tres veces con los chicos de ese grupo. Durante la clase, aunque mis alarmas interiores ya se habían encendido varias veces a causa de algunas frases, ejercicios y situaciones que no me cuadraban, decidí callarlas. Después de la misma clase, mantuve una conversación con el “monje” de una media horita hablando en general de sus proyectos, su vida, etc. y todavía confiaba en su persona. Hablé con amigos y compañeros de trabajo de la experiencia y todavía intentaba darle confianza. Al cabo de un día y medio, empecé a escuchar mis alarmas interiores y me puse a buscar informaciones sobre este hombre, sus colaboradores y sobre este arte oriental para mi desconocido.
Al final de mis investigaciones, encontré muchas incongruencias, más varias denuncias y condenas penales en otros países por ser gurú de una secta.
¿Cuáles fueron las incongruencias que había que verificar?
1. Proclamarse ser monje Shaolin: su edad biológica no cuadraba con ese título tan difícil de obtener y sobretodo ya no existen monjes de esa generación;
2. No tener suficiente preparación física correspondiente con su supuesto título;
3. Tener hijos: los monjes Shaolin no pueden tener hijos;
4. Definirse completamente ciego: en otros videos donde aparece él, afirma de poder ver algo, sombras;
5. Los mismos videos de su canal youtube: no son éticamente congruentes (en cuanto a contenidos y calidad) con la filosofía oriental y profesional;
6. Se encontraron congruencias con la identidad de un gurú condenado en otro país
7. Emociones presentadas: una vez enfrentado sobre algunas incomprensiones comunicativas, el nivel de agresividad expresado fue incongruente con la reacción esperada (al respecto existen estudios y bibliografías sobre emoción presentada y emoción esperada).

Detectar un impostor en este caso, ha sido fácil porque jugaba con mi bagaje personal y de estudios de alguien que se dedica a esto. Esto no significa que sólo ojos y orejas expertas puedan darse cuenta. Es muy importante: informarse bien sobre la persona que nos proporciona su conocimiento y sobretodo sobre el conocimiento mismo que se nos proporciona. Comparar fuentes diferentes, y escuchar nuestro instinto en relación a un contexto determinado, es la clave para no caer fácilmente en un engaño, corriendo el riesgo de transformarnos en víctimas de la situación.

Emotions Revealed: Recognizing Faces and Feelings to Improve Communication and Emotional Life  (Times Books, 2003)
*www.aconve.org
*www.shaolinbcn.es
*https://juegosucio-psicopatia.blogspot.com